El batería barroco

Imaginemos a un escultor barroco con el horror vacui a flor de piel que escucha rock progresivo, jazz, hardcore y metal mientras esculpe día y noche recargados, caóticos y asfixiantes retablos en una atmosfera espesada por el olor de la madera y las pinturas y  observado atentamente por las grandes figuras contorsionadas y vaporosas que él mismo talla, sus únicas compañeras. Un día ese hombre sale de su taller y decide tocar la batería.

Ese hombre podría ser Brann Dailor (Mastodon). Sus composiciones son auténticos retablos barrocos animados,  una vorágine frenética  de ritmos y sonidos. No existen huecos, todo el desarrollo de los temas consiste en un continuum sonoro donde van explotando platos por aqui y por allá y donde constantemente vibran la caja y los toms a velocidades de vértigo. A muchos amantes de la pulcritud de lo simple les puede resultar pesado, agobiante, sobrecargado... realmente lo es, pero en mi opinión es esa capacidad para crear una atmósfera caótica que te va arrastrando irremediablemente por un sinfín de ritmos  lo que hace a este batería un artista. Así como Goya pintaba cuadros cuya belleza radica precisamente en la asfixia y desesperación que provocan en el espectador, así Brann Dailor esculpe sus retablos rímicos.